Un cohete chino que está fuera de control debe volver este fin de semana a la atmósfera terrestre, con un riesgo mínimo, aunque no nulo, de causar daños en la Tierra, según China y varios expertos. El país asiático puso en órbita el 29 de abril el primer módulo de su estación espacial, gracias al cohete portador Long March 5B, el más potente e imponente lanzador chino.
El cohete, actualmente en órbita, debe regresar a la Tierra. Está perdiendo gradualmente altitud y el punto de impacto de su caída es por ahora desconocido. China, muy discreta en este asunto, no ha publicado ninguna previsión sobre el posible horario de la entrada a la atmósfera terrestre, donde debería desintegrarse total o parcialmente.
Para la agencia especial rusa Roscosmos, la entrada podría hacerse a las 23H30 GMT (que sería a las 18 horas de la Ciudad de México) sábado en el sur de Indonesia. El Departamento de Defensa estadounidense calcula que ocurrirá hacia las 23H00 GMT, con un margen de error de nueve horas. Esa brecha debe afinarse a medida que el cohete se acerca.
Seguimiento en vivo del cohete Long March 5B