Una pierna amputada y no el cuerpo de su hijo fue lo que recibieron unos padres de familia en una caja por parte del IMSS.
Esta historia ocurrió en la Clínica Rural número 18 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Huajuapan de León, en la zona Mixteca de Oaxaca. Un pequeñito, quien nació con una enfermedad congénita, falleció en dicho hospital del IMSS el pasado 3 de septiembre, luego de estar 11 días en cuidados intensivos.
Cuando llegaron a Santa Cruz Tacache de Mina, su comunidad, se percataron que de la caja escurría sangre, por lo que la abrieron y encontraron la pierna amputada.
Los padres regresaron a la clínica del IMSS, donde deslindaron responsabilidades a su personal y culparon al papá y al personal de la funeraria por haber tomado la bolsa incorrecta.
En la Fiscalía General del Estado de Oaxaca aseguraron que no había delito que perseguir, pues después de hacer la reclamación del cuerpo de su hijo, los padres recibieron el cuerpo. La Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca inició un expediente para indagar el caso.
“Resulta fundamental otorgar un tratamiento digno y diligente a los procedimientos relacionados con la disposición de cadáveres, atendiendo los protocolos y leyes establecidas en el ámbito federal y local”, lamentaron.
El IMSS aseguro que "todo se hizo de acuerdo a las normas sanitarias vigentes" y que lo único que está pidiendo el papá del recién nacido es el pago de los gastos que hicieron por la caja, "pero no hay responsabilidad alguna en el personal".